Sin lugar a dudas, la relación entre el deporte y el sexo es quizás un tema poco abordado, pero definitivamente no se trata de algo nuevo. Tanto en el gimnasio como en la cama, la actividad muscular, el placer y el rendimiento son puntos en común, pero, ¿Existe realmente una conexión entre estas actividades? ¿Qué tanto pueden beneficiarnos? Nos dedicaremos a develar todos los misterios en las siguientes líneas. Acompáñanos.
Dopamina à la carte
La motivación, la regulación del sueño, el humor, la concentración, el aprendizaje, la actividad motora… son tantos los beneficios de este neurotransmisor conocido como dopamina que, en su relación con el deporte resulta un componente básico para llevar a cabo una adecuada actividad física, y por supuesto, durante la actividad sexual, también liberamos dopamina, una excusa más que perfecta si lo que buscamos es un estilo de vida más activo. En pocas palabras, más sexo es igual a más rendimiento en el gimnasio y mejores hábitos alimenticios.
Un mito peligroso: sexo igual a deporte
A menudo nos encontramos con afirmaciones del tipo: “Una sección de sexo equivale a X calorías, lo que significa que puedes quemar grasas de igual manera que si practicaras ejercicios”. Error. Cierto es que, si lo pensamos de algún modo, la práctica del coito lleva precalentamiento, ejercitación de los músculos, agitación, sudor, y es normal pensar que puede considerarse como parte de un entrenamiento físico, pero cuidado.
Los expertos aseguran que el sexo no es más que una actividad ligera, y desde el punto de vista energético, o de esfuerzo, se ubica al mismo nivel que un breve paseo o subir varias escaleras. En términos generales, las relaciones sexuales toman una duración de ocho a catorce minutos en promedio, lo que no podría compararse con toda una jornada de gimnasio aun cuando experimentemos una liberación exquisita de tensiones. No obstante eso no quiere decir que uno no esté relacionado con el otro, ni que con la práctica de uno podamos mejorar en el otro. La prueba la encontramos en este artículo de sportLife, en el que nos dan consejos deportivos para mejorar nuestra vida sexual.
Un complemento perfecto
Entre caricias y sensaciones de placer, el sexo también desata un proceso hormonal intenso en nuestro cuerpo, algo que acontece desapercibido para nosotras, pero que la ciencia se ha encargado de demostrar a fondo. Por ejemplo, el orgasmo, entre sus muchos beneficios, también actúa como analgésico natural, ya que, durante su manifestación, intervienen neuronas espinotalámicas, relacionadas con una sensación de excitación y relajación muy agradables y determinantes para mitigar el dolor, especialmente las agujetas y los calambres musculares. Incluso, algunas investigaciones afirman que este efecto puede permanecer en nuestro cuerpo durante dos o tres días, contribuyendo a potenciar el rendimiento en el gimnasio.
¿Más beneficios? ¡Claro que sí!
Las relaciones sexuales, también guardan un vínculo muy estrecho con el deporte en cuanto a nuestra salud cardiovascular se refiere, ya que experimentar un orgasmo con frecuencia nos permite mantenernos alejadas de algunos padecimientos circulatorios e incluso, de la diabetes tipo 2.
Por supuesto, cuando hablamos de sexo, también es válido incluir los juguetes sexuales. Tabúes y consideraciones morales aparte, estos objetos nos permiten explorar nuestro cuerpo de una manera asombrosa, además de disfrutar más intensamente las relaciones sexuales con nuestra pareja, e incluso, tratar enfermedades como la hipertonía (rigidez de los músculos vaginales).
Desde geles y lubricantes hasta vibradores especializados para las distintas zonas sexuales de nuestro cuerpo, los juguetes sexuales son un añadido excelente para estimular y desarrollar con efectividad nuestras prácticas deportivas.
Dormir con placer
Parte de un entrenamiento físico acertado, es también concebir una alimentación responsable y un sueño reparador adecuado que nos permita asimilar el esfuerzo físico del día y favorecer la recuperación de nuestros músculos. En este aspecto, el sexo es otro aliado estrella. En cada orgasmo que experimentamos, nuestro organismo favorece la producción de prolactina y oxitocina, dos ingredientes esenciales para un descanso de calidad. Así que ya lo sabes, sexo y deporte sí combinan, y lo que es mejor, dan más salud a tu vida. Suerte.