Puede que hayamos practicado deportes por varios períodos de tiempo y quizás seamos de esas personas que no han llegado a descubrir el famoso bienestar que se dice produce la actividad física. De ser así, puede que no hayamos dado con el santo grial por pasarnos una clave por alto: el buen humor.
Resulta que el humor, junto a la práctica deportiva, da forma a una combinación perfecta de cuerpo y mente que lleva al practicante a una sensación de bienestar general, mediante la que se obtienen todos los mencionados provechos de hacer deporte.
La explicación
Por sí sola, la realización frecuente de ejercicio físico beneficia a nuestro cuerpo, sobre todo desde el punto de vista físico. Ayuda a prevenir enfermedades, fortalece los músculos y por supuesto, consolida un buen estado de forma que enfrenta la obesidad y le delgadez extrema.
Pero el deporte también nos puede beneficiar desde el punto de vista psicológico y mental, reduciendo nuestras cargas de estrés y arropándonos con una sensación general de bienestar.
La explicación de esto pasa por dos teorías fundamentales; una que da cuenta de procesos fisiológicos y otra que ve el efecto como una reacción normal de la psiquis.
En el primer caso, algunos expertos consideran que la percepción de bienestar es una consecuencia de la unión entre mente y cuerpo, materializada en la liberación de hormonas que hace el cerebro cuando los músculos son sometidos a un esfuerzo continuo.
Entre estas hormonas destacan las endorfinas, generadoras o provocadoras de ese estado eufórico que suele acompañar la práctica deportiva, así como de la reducción de sensaciones negativas como el dolor.
Por su parte, otros especialistas creen que el bienestar anímico asociado al deporte se debe más a la distracción que la persona alcanza durante la práctica, que a procesos fisiológicos como tal. Alegan que cuando una persona ejercita su cuerpo olvida momentáneamente sus problemas diarios y los motivos de su estrés, pudiendo por tanto sentirse bien. Es decir, para estos expertos el bienestar se debe más a la distracción lógica que al propio ejercicio físico.
Lo cierto es que sea como fuere, e independientemente de que grupo de expertos tenga razón, una cosa sí podemos sacar en claro: el deporte hace bien tanto física como mentalmente, sobre todo si lo practicamos con buen estado anímico, entiéndase humor.
Claves para fomentar la pareja perfecta
Ahora bien, esta pareja perfecta no siempre la favorecemos cuando practicamos deportes, sobre todo en algunos ejercicios calificados de solitarios como el correr.
Por tanto, a continuación te brindamos algunas claves a modo de actividades que te permitirán hacer deportes con mejor humor, partiendo del principio de que el deporte colectivo es más beneficioso debido a su capacidad motivadora, la constancia que inspira a los practicantes e, indudablemente, la diversión que da.
Así, una actividad de la que se pueden sacar buenos dividendos físicos y mentales, por el ejercicio que impone y lo divertida que resulta por su ritmo, es el voleibol, sobre todo en una cancha de playa.
Las excursiones en distintos ambientes como la playa, la urbe o la montaña, también pueden ser una excelente actividad para practicar con humor y sacar de ella el máximo beneficio posible. En grupo se pueden construir atractivas rutas y en su recorrido se pueden combinar variadas actividades físicas, y divertidas, que trabajen nuestros músculos y despejen de preocupaciones nuestro cerebro.
Para empezar las rutas pueden ser cortas, de dos a tres kilómetros, pero poco a poco los itinerarios se pueden ir alargando e incorporando a ellos más actividades, tanto de ejercicio, como de recreo.
Por último, el tradicional running o carrera continua es otra actividad de la que podemos sacar mejores beneficios si la practicamos acompañados y no solos. De esta forma nos serán más atractivos y relativamente fáciles desde el punto de vista emocional los objetivos a vencer, así como la superación diaria que el correr impone.