Terminó el verano y esos kilógramos de más, adquiridos en los días de ocio, están molestándonos, porque la silueta no luce igual de esbelta y se ha acumulado la grasa. ¿Entonces, qué hacer? Pues alístate ya a un entrenamiento quemagrasas.
Hay que tener en cuenta que el peso corporal es un indicador global del estado nutricional de una persona, pero lo más importante es saber qué porcentaje de dicho peso es grasa, ya que este componente en exceso puede perjudicar la salud.
Una vez tomada la decisión, vale tener presente que debemos hacer una actividad cuya intensidad nos permita estar como mínimo moviéndonos al menos 30 minutos, ya que no servirá de mucho ponernos a trotar o correr con una rapidez asombrosa unos cinco minutos y estancarnos luego, sin hacer nada más, pues lo importante es quemar calorías durante un tiempo prolongado. He ahí esa es una de las claves del entrenamiento quema grasa .
Como dice el refrán: Ni poco ni demasiado, todo es cuestión de medida. Y en este caso la sistematicidad, la ritmicidad, la medida necesaria, resultarán fundamentales. Porque has de saber que un ejercicio moderado va a incrementar la quema de grasas frente a la de hidratos de carbono, y estas grasas se van a movilizar sobre todo cuando llevamos unos 10 o 15 minutos activos.
Por supuesto que hay que tener una motivación, algo que nos atraiga para mantenernos con ese ritmo, de manera cómoda durante un ratito que sea no muy corto, al contrario, y que nos haga sentirnos cómodos, que nos haga ilusión pensar en cuánto va a mejorar nuestra imagen.
Cual si fuera una paleta cromática a la cual nos acercamos para elegir el color preferido, así deberá ser también la selección, bien sea montar en bicicleta, nadar, correr, spinning, elíptica o senderismo.
Ellos son deportes que a una intensidad correcta podemos mantenerlos un buen rato y al ofrecer la posibilidad de movilizar la mayor parte de los músculos del cuerpo, ayudarán a quemar más calorías por minuto, que es el objetivo perseguido.
Con estos entrenamientos resultará factible crear una deuda de oxígeno , lo cual se traduce en que cuando paramos los músculos siguen quemando calorías, que sobre todo son a base de grasa.
Claro que aquí volvemos a alertar sobre la medida justa a seguir, porque será igualmente importante tener un tiempo de recuperación, para evitar un estado de fatiga crónica que nos impida hacer ejercicio con eficacia, por eso alternar día sí y día no este tipo de entrenamientos es lo mejor, e igual podrán combinarse con ejercicios de pesas.
Porque hacer pesas también puede ser un entrenamiento quema grasa . Hay que iniciar con poco peso e ir logrando un crecimiento en el número de repeticiones, ya que así podemos estar más tiempo haciendo el ejercicio.
Lo más recomendable para quemar grasas utilizando este tipo de entrenamiento es montarnos un circuito de pesas, con unos 10 ejercicios y haciendo 20-25 repeticiones de cada uno de ellos, con lo cual se logrará que en 15 minutos trabajemos todo el cuerpo, tonificamos y al mismo tiempo utilizamos las reservas grasas y no sólo los azúcares.
Los conocedores de este tipo de entrenamiento con pesas para quemar grasa aconsejan
Siempre resulta oportuno establecer una planificación para el entrenamiento quema grasa , y para ello tomaremos el calendario y marcaremos lunes, miércoles, viernes y sábado, con la propuesta de ejecutar cada día una actividad aeróbica diferente, o en el mismo día hacer 10 minutos de cada actividad.
Es posible empezar por hacer 30 minutos al día e ir aumentando 5 minutos cada semana, en tanto los días de descanso los podemos utilizar para tonificar a base de pesas o para hacer estiramientos, senderismo o una actividad más tranquila.
Una vez lograda cierta forma física los entrenamientos interválicos –que consiste en alternar ejercicio intenso con ejercicio moderado, sería como hacer picos de intensidad para despertar al metabolismo y estimularlo- nos pueden ayudar a acelerar la quema de grasas .
En este entrenamiento se queman más calorías, sobre todo desde que paramos hasta que el cuerpo recupera.