Lactato, impacto en nuestro rendimiento

Lactato, impacto en nuestro rendimiento

El lactato es uno de los compuestos orgánicos y naturales de nuestro organismo que más afectan el rendimiento físico.

Afortunadamente, cuando llevamos un tiempo entrenándonos, los mecanismos naturales de compensación del lactato de nuestro cuerpo se perfeccionan, por lo que su impacto puede ser minimizado. No obstante, a algunos le cuesta más que a otros, debido a la intensidad del entrenamiento, y ello incide en el rendimiento final de cada cual.

Por todo ello hemos querido preparar este breve artículo, en el que explicaremos qué es el lactato, cómo impacta en el rendimiento, y maneras de compensarlo.

Definición

El lactato es un compuesto orgánico, que resulta a partir del proceso de la glucólisis anaeróbica. Es importante no confundirlo con el ácido láctico, que es el verdadero resultado del proceso mencionado (fuente: Wikipedia). Lo que sucede es que por su valor fisiológico de pH, normalmente 3,8, el ácido láctico se disocia y da lugar al lactato.

Pero para entender mejor esto es necesario comprender qué es la glucólisis anaeróbica, y para ello hay que partir de explicar qué es la glucólisis en sentido general.

Pues bien, la glucólisis no es más que el proceso mediante el cual se disocia la molécula de la glucosa contenida en sangre, a nivel celular, específicamente en el citoplasma. Esta disociación o ruptura puede producirse lo mismo aeróbica que anaeróbicamente, en dependencia de la presencia o no de oxígeno.

El objetivo de este proceso es producir piruvato, un compuesto imprescindible para las dinámicas internas del organismo, pero siempre, y de forma natural, parte de la cadena se realiza de forma anaeróbica, dando lugar así al lactato.

Esto quiere decir que siempre, sin importar lo que se haga al respecto, nuestro cuerpo tendrá al menos una concentración pequeña de la sustancia, cuya media oscila entre 0,5 y 2 mmol por litro.

Impacto del lactato

Una vez las concentraciones normales se elevan de forma intensa, el lactato hace disminuir el pH del organismo y por tanto limita nuestro rendimiento físico.

Si queremos detallarlo aún más, podemos decir que su acumulación eleva la acidosis muscular, rompiendo el equilibrio ácido-básico de los músculos e impactando directamente en la eficiencia de los mismos, sobre todo al limitar su capacidad de contracción (fuente: mundoentrenamiento.com).

Causas de posibles aumentos

Las concentraciones de lactato pueden aumentar debido a variados factores, pero para nuestro propósito solo nos compete uno: el ejercicio físico y su intensidad.

Como vimos arriba, el piruvato solo se convierte en lactato por medio de la glucólisis anaeróbica, por lo que cuando nos ejercitamos, y si mayor es la intensidad mucho más, la concentración de lactato se elevará. Sin embargo, esto es manejable y va en dependencia del entrenamiento de cada atleta.

Por ejemplo, una persona sana, pero que no practica ejercicios físicos, cuando está inmerso en una dinámico que le exige en este sentido, comienza a elevar sus niveles de lactato intensamente a partir del 55 por ciento de su capacidad aeróbica máxima. Por su parte, un deportista o asiduo de los ejercicios de resistencia, logra ubicar ese hecho a partir del 80 por ciento de la citada capacidad.

El momento descrito en el que el lactato se “dispara” es llamado por los especialistas como Umbral anaeróbico. Conocer cuál es el nuestro, reviste vital importancia para limitar los efectos del lactato en nuestro rendimiento.

¿Cómo eliminarlo?

De forma natural, nuestro organismo está capacitado para lidiar y eliminar las concentraciones normales de lactato.

Sin embargo, una elevación intensa de las mismas solo puede ser enfrentada mediante el perfeccionamiento de nuestra capacidad aeróbica, para lo cual deberemos entrenarnos en ejercicios que tributen a este fin, ya sean ejercicios respiratorios, correr, bici, nadar, y muchos más.

Esta forma de eliminación de lactato, conocida como eliminación activa, ha probado en numerosos estudios ser más eficaz que la pasiva, la eliminación natural del organismo.

Por ello, habremos de coincidir que el lactato, su impacto en el rendimiento y la forma de eliminarlo, son otro aspecto que consagra la importancia del ejercicio aeróbico, más que los de fuerza.

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