Oficialmente se les conoce como monitores de ritmo, y a grandes rasgos, son un accesorio esencial para los amantes del deporte que necesitan llevar un estricto control de las variables de su cuerpo. Estos son los principales tipos de pulsómetros que existen en la actualidad. Veamos.
Primero que todo, ¿Qué es un pulsómetro?
La frecuencia cardíaca durante la práctica deportiva, es una variable que determina la capacidad física de nuestro organismo, al tiempo que nos permite conocer el grado de evolución que experimentamos a lo largo del ejercicio físico constante. Precisamente, aquí es donde entra en acción el pulsómetro, un dispositivo capaz de determinar en tiempo real las pulsaciones del corazón.
El pulsómetro más básico consta de una banda elástica que se sujeta al cuerpo, y cuyos electrodos permiten recoger la información necesaria, procesarla y mostrarla a través de una pantalla. ¿Por qué necesitas contar con este equipo y cuál es el más idóneo para ti? Te respondemos en las siguientes líneas.
El pulsómetro en la actividad física
La actividad cardiaca es un parámetro que varía en dependencia de las características del individuo. La edad, el peso, la capacidad física, e incluso el sexo, son factores que intervienen en este sentido, razón por la cual el pulsómetro puede aportarnos una información precisa y acertada. Actualmente, no son pocos los deportistas profesionales y entusiastas de los ejercicios físicos que emplean este dispositivo, sin importar la disciplina en particular donde se desempeñen. Para determinar el consumo de energía, el progreso físico, el desgaste y el rendimiento, el pulsómetro es un accesorio básico, utilizado incluso por personas que padecen alguna afectación cardiovascular.
Tipos de pulsómetros
Si bien en el pasado los pulsómetros se limitaban a mostrar información básica sobre la frecuencia cardíaca, hoy en día, y gracias a los avances de la tecnología, nos muestran un grupo de informaciones adicionales como la altitud, la velocidad, la distancia, el número de pedaladas o la longitud de las zancadas. Por tal razón, la elección de uno u otro modelo estará en dependencia de la actividad física que realicemos y nuestras necesidades puntuales.
Pulsómetro para ciclismo: Al igual que los modelos para running, los pulsómetros para ciclismo incorporan un sistema GPS, además de algunos datos adicionales como el ritmo de pedaleo, la energía gastada, la velocidad en bajadas y elevaciones, así como información detallada sobre la ruta, pendientes, tramos rectos, etc.
Pulsómetros para running: Hace unos años, estos dispositivos presentaban un tamaño considerable, y teniendo en cuenta que se debían adaptar a la zapatilla, resultaba en la mayoría de los casos un accesorio incómodo de portar. Hoy en día, los pulsómetros para running son extremadamente ligeros y prácticos, y algunos incorporan sistema GPS, que permite leer la distancia recorrida, el ritmo, la velocidad, el tiempo, e incluso, el volumen de oxígeno máximo, la zancada y el tiempo de recuperación.
Pulsómetro para fitness: Se trata de los más sencillos del grupo. Si bien los diferentes pulsómetros descritos vienen a ser verdaderos ordenadores portátiles (y por supuesto, con un precio considerable), los modelos para fitness son bastante asequibles, y en cuanto a sus características, son capaces de brindar información general sobre la frecuencia cardíaca en tiempo real. Evidentemente, estos pulsómetros son los más populares, ya que son bastante económicos y fiables.
Pulsómetros genéricos: Para quien no quiere especializarse en un deporte específico, también existen los pulsómetros genéricos o multideportes, una opción excelente para los amantes del triatlón, y que necesiten de las bondades de un equipo ligero, resistente al agua y otras condiciones climatológicas, además de ser útil para intercambiar entre una disciplina y otra, y obtener finalmente un reporte detallado sobre cada actividad en particular y sobre nuestro rendimiento en general.
¿Con banda o sin banda?
Hasta ahora hemos hablado de los pulsómetros de banda, pero también existen los pulsómetros con sensor óptico. Aparecieron hace poco tiempo ante la necesidad de prescindir de la banda como aditamento externo, un componente que muchas personas encontraban incómodo al tener que colocar alrededor del pecho mientras entrenaban y por si fuera poco, debían limpiar al terminar la actividad física para evitar su deterioro.
Por el contrario, los pulsómetros sin banda emplean una luz led que determina las oscilaciones del volumen de sangre en nuestro organismo, lo que permite identificar la frecuencia cardiaca con un nivel de precisión realmente asombroso.
No obstante, esta tecnología requiere que el usuario se ajuste correctamente el reloj a la muñeca para evitar que la luz se desvíe, una característica que algunos deportistas consideran inoportuna, especialmente durante los meses de invierno o en la temporada de lluvia, donde el uso de ropas de manga larga dificulta que el pulsómetro quede en contacto directo con la piel.
En fin, cuestión de gustos.