El descanso activo constituye un elemento imprescindible que forma parte fundamental del entrenamiento y acondicionamiento físico de quienes practican deporte con intensidad, dígase atletas y deportistas de élite, porque ayuda al organismo a reponerse del desgaste sufrido en el ejercicio fortaleciendo los músculos para prevenir futuras lesiones.
No hay que olvidar que en la práctica del ejercicio los músculos se desgastan y producen micro roturas fibrilares que se recuperan con el descanso.
PARA CUIDAR EL CUERPO
Los expertos en el tema consideran que el descanso es tan importante como el entrenamiento, pues es necesario cuidar el cuerpo y no someterlo constantemente a intensos entrenamientos para evitar lesiones o molestias futuras.
Este tipo de descanso admite realizar una actividad física suave, a una intensidad menor que en la de la ejercitación diaria, o sea, que se sitúa el activo entre el descanso total y el entrenamiento.
Porque es cierto que en muchos casos se somete al cuerpo a niveles de actividad física muy intensos, ya que algunos piensan que así pueden mejorar su condición y ponerse en forma en poco tiempo y esto es un error al igual que cuando se ejecuta un ritmo elevado de entrenamiento porque el deportista se siente pleno y no le da la oportunidad a su cuerpo a reponerse, provocando con esa sobrecarga que se resienta y aparezcan dolores y sobrecargas musculares.
VENTAJAS DEL DESCANSO ACTIVO
No solo el descanso activo impide la aparición de lesiones o el desgaste físico, sino que en la medida que damos un relax al organismo para que se reponga del esfuerzo realizado, posteriormente el rendimiento será mayor.
Por supuesto que el descanso físico será distinto en dependencia de la forma física del atleta y de sus objetivos, por eso no debe obviarse el equilibrio entre la carga de entrenamiento y las etapas de tregua, las cuales deberán estar igualmente señaladas en el calendario personal.
FORMAS DE DESCANSO ACTIVO
Se trata de un tipo de descanso que se encuentra entre el reposo total y el entrenamiento y que sirve, además, para salir de la rutina de entrenamiento.
¿Cómo ejecutarlo? La idea es realizar una actividad física suave de menor intensidad a la que se realiza regularmente, con el fin de mantener activo el metabolismo.
Podría ser una caminata de 45 minutos, andar en bici, nadar o una ligera carrera de unos 20 minutos. Este tipo de actividades más suaves pueden ser realizadas los fines de semana o esos días en los que por diversas razones como cansancio, estado del tiempo adverso u otras causas, no se tienen ganas o energía para entrenar fuerte.
Igual podrá disfrutarse de una relajada mañana de senderismo, lo cual representa una buena forma de mantener nuestro cuerpo activo y además, estar en contacto con la naturaleza.
Hay quienes prefieren realizar paseos en terrenos más o menos llanos, lo que contribuirá a que las piernas se oxigenen y el corazón trabaje a un ritmo placentero.´
Pero también resulta beneficioso nadar a una intensidad baja, ya que es una actividad efectiva para relajar músculos y articulaciones, al eliminar los impactos con el suelo. El tacto del agua ayudará a relajar los músculos para esfuerzos en los días posteriores, además de ser una idea genial para trabajar la respiración.
La bicicleta es escogida por muchos para en esa etapa de descanso activo hacer algo suave y que a la vez le proporcione relajación, así que representa una buena opción. Lo mejor es pasear tranquilamente soltando piernas de vez en cuando, porque así estará mejorándose la circulación de las piernas y a la vez consolidando las mejoras conseguidas en los duros entrenamientos.
Sin dudas, en esa etapa de descanso activo tiene su rol el sueño reparador, porque es fundamental para la recuperación muscular posterior al entrenamiento. De 8 a 10 horas de sueño serán necesarias para que el cuerpo asimile los cambios y los músculos se regeneren.
También es importantísimo evitar el ejercicio físico unas horas antes de ir a la cama, para que no dificulte conciliar el sueño.
Habrá que tener presente que cuando hablamos de días de descanso activo no tiene por qué ser una jornada totalmente pasiva, aunque dependerá de las preferencias personales de cada uno.