La artrosis es una enfermedad producida por la carencia de cartílago en nuestro cuerpo. Como bien es sabido, el cartílago se encuentra en los extremos de los huesos favoreciendo la movilidad de las articulaciones. Generalmente esta enfermedad comienza a aparecer en persona adultas que rondan los 45 años de edad, sin distinción de sexo. Mientras que los hombres pueden padecerla en las regiones de la cadera, en las mujeres predomina fundamentalmente en las articulaciones de la rodilla y manos. La obesidad es otro elemento que contribuye a apariciones tempranas de este fenómeno.
Ante la duda, consulta al médico
Siempre se aconseja, sobre todo a las personas que realizan ejercicios físicos, que ante cualquier molestia persistente en nuestro cuerpo a la hora de realizar movimientos que involucren el uso de articulaciones, consulten de inmediato al médico. Hoy en día, con los avances de la ciencia y la técnica, han aumentado las posibilidades para detectar esta patología. No obstante y para evitarla, se recomienda realizar la actividad física de manera correcta, bajo la tutela de un profesional o a través de un método de trabajo adecuado que no suponga un riesgo para nuestra calidad de vida.
El atletismo ataca a pies y rodillas
Las personas que practican atletismo deben ser conscientes que este deporte es uno de los más afectados por esta enfermedad. Algunas zonas como el pie o la rodilla son las que más carga reciben de nuestro cuerpo, sobre todo para las personas que padecen de sobrepeso. Por ello debemos procurar el uso de zapatillas deportivas diseñadas para esta actividad, así como evitar realizarla sobre el asfalto o cualquier otra superficie rígida (procurar correr sobre el césped o una pista sintética). En cualquier caso, nos debemos asegurar si los huesos de nuestras piernas se encuentran alineados o no (las rodillas no llegan a tocarse cuando nos encontramos parados con los pies juntos).
El fútbol y las fibras musculares
La artrosis también afecta grandemente al fútbol. Un deporte que implica severas lesiones en las fibras musculares, atentando contra la movilidad y afectando cerca de un 15% a los futbolistas profesionales retirados y poco más de un 1% a la población general en edad avanzada. Esta enfermedad también puede aparecer en otras modalidades deportivas como el taekwondo, el tenis o el baloncesto, atacando las caderas y las rodillas principalmente, debido a los movimientos constantes y la aplicación de grandes concentraciones de fuerza en las piernas.
Deportes menos agresivos
Los deportes menos afectados son el ciclismo, la natación y la marcha nórdica.
Realmente, no existe un tratamiento farmacológico más allá que el de aminorar el dolor causado por la artrosis, a través de analgésicos y antiinflamatorios como el paracetamol o el uso de bastones, rodilleras y otros accesorios que apoyen las actividades físicas diarias.